MITOS Y LEYENDAS

EL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO DE PUPIALES




Todo el municipio de Pupiales fue declarado Monumento Nacional en razón a la riqueza del subsuelo, examinado por los antropologos del Instituto Colombiano de Cultura en el año de 1968-1969 cuando fueron descubiertas preciosas joyas arqueológicas en el subsuelo del municipio.

Posteriormente se desplegó una actividad extraordinaria y frenética en la búsqueda de los sagrados sepulcros indígenas que no fueron ni pastos, ni quillasingas sino incas del Taguantinsuyo.

La profunda conmoción que produjo la información sensacionalista que la presta y los medios de comunicación social dieron acerca de los hallazgos de joyas de oro, plata, tumbaga y cerámica en Inchuchala y Miraflores se debio a la escabacion afortunada en 1971-1972 por los señores Carlos Palacios y Pompilio Ortega y sus familiares en un predio minifundista del primero. En esa época fueron muchísimas las joyas encontradas en las guacas, y esos tesoros se lograron reunir en muchas casas de nuestra ciudad y de nuestros campos: Pupiales, Inchuchala, Cuas, Miraflores fueron nombres que apareceron en las primeras paginas de los diarios Colombianos en esos días.

En los días de las excavaciones, la guaqueria se convirtió en una "mafia" y en una locura desaforada y frenética por la busqueda de "infieles", algo así como los españoles en los dias de la conquista en búsqueda del dorado... Hace varios años se coacervaban y guardaban como un lujo histórico piezas de ceramica y oro en varias casas particulares como las ricas colecciones de don Juan Sarria y de don Jose Vallejo, hoy muy disminuidas y, en parte, hasta por el robo. muchas familias pupialeñas consiguieron reunir numerosas joyas genuinas, autenticas y preciosas pero, como las compraron para negocio, las fueron vendiendo poco a poco al interior y al exterior de Colombia.

En algunas casas, hasta en casas campesinas lograron reunir cantidades impactantes, tanto por la cantidad como por la variedad, de joyas de oro, de plata, de tumbaga, de cerámica y el encuentro se convirtió en un negocio lucrativo para unos y de frustración para otros... Pero fue así como el tesoro arqueológico de Pupiales fue saqueado por los mismos Pupialeños y, vendido, se convirtió en humo, polvo y cenizas....




"AÑORANZAS DE MI PUEBLO"

Luis Homero Arteaga Moreno

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