¿QUÉ ES UN ALGORITMO?
Luego de analizar detalladamente el problema hasta
entenderlo completamente, se procede a diseñar un algoritmo (trazar un plan)
que lo resuelva por medio de pasos sucesivos y organizados en secuencia lógica.
El concepto intuitivo de algoritmo (procedimientos y reglas) se puede encontrar
en procesos naturales de los cuales muchas veces no se es conciente. Por
ejemplo, el proceso digestivo es un concepto intuitivo de algoritmo con el que
se convive a diario sin que haga falta un definición “matemática” del mismo.
Tener claro el proceso digestivo, no implica que los alimentos consumidos
nutran más. La familiaridad de lo
cotidiano impide a las personas ver muchos algoritmos que se suceden a su
alrededor. Procesos, rutinas o biorritmos naturales como la gestación, las
estaciones, la circulación sanguínea, los ciclos cósmicos, etc, son algoritmos
naturales que generalmente pasan desapercibidos.
La rama del saber que mayor utilización ha hecho del enfoque
algorítmico es las matemáticas. Durante miles de años el ser humano se ha
esforzado por abstraer la estructura de la solución de problemas con el fin de
determinar claramente cuál es el camino seguro, preciso y rápido que lleva a
esas soluciones. Son abundantes los ejemplos: máximo común divisor, teorema de
Pitágoras, áreas de figuras geométricas, división, suma de números
fraccionarios, etc. Todos estos
algoritmos matemáticos independizan los datos iniciales del problema de la
estructura de su solución, lo que permite su aplicación con diferentes
conjuntos de datos iniciales (variables).
EJEMPLO:
Consideremos el algoritmo de Euclides para hallar el Máximo
Común Divisor (MCD) de dos números enteros positivos dados. Obsérvese que no se especifica cuáles son los dos números,
pero si se establece claramente una restricción: deben ser enteros y positivos.