Cuarto día: la fe y los valores en la familia
La fe y los valores en la familia
Saludo y bienvenida:
Saludos a todos los aquí presentes, bienvenidos a este cuarto día de la novena, contemplemos el hogar de Zacarias e Isabel, esta pareja nos comparte sus valores a partir de sus debilidades y limitaciones, que la fe y los valores de este hogar nos motive a cultivar los valores necesarios para sobrellevar una familia unida, fraterna y con mucha espiritualidad en comunión con Dios y los hermanos.
En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Hecho de Vida:
"Estoy cansado de trabajar, me fastidian mis compañeros de trabajo cuando imponen sus ideas; y de ver la misma gente, camino a mi trabajo todos los días, llego a mi casa cansado y mi esposa sirve siempre lo mismo de cenar, me incomoda cuando se va a los grupos de familia, se reciente cuando no le comparto sus opiniones y mi hija de apenas un año y medio quiere jugar conmigo; no entiende que estoy cansado; mi padre también me molesta algunas veces y entre clientes, compañeros, esposa, hija y padre, me vuelven loco. ¡Quiero paz! Lo único bueno es dormir. Al cerrar mis ojos siento un gran alivio olvidándome de todo y de todos. ¡Hola vengo por ti!
¿Quien eres y como enuntuou. Me manda Dios por ti, dice que escuchó tus quejas, y tienes razón es hora de descansar. Eso no es posible, para esto tendría que estar....
_Así es, si lo estás. Ya no tendrías que preocuparte por ver la misma gente, ni soportar las opiniones de tus compañeros, ni aguantar a tu esposa con la misma cena siempre, ni a tu pequeña hija que te molesta, ni los consejos de tu padre.
Pero, ¿qué va a pasar con todo, con mi trabajo?
No te preocupes, en la empresa ya encontraron a otra persona para ocupar tu puesto, por cierto, está muy feliz pues no tenía trabajo. Y mi esposa y mi hija?
A tu esposa le ha sido dado un buen hombre, que la quiere, la respeta, la admira por sus cualidades y acepta con gusto todos sus guisos sin reclamar nada. Además se preocupa por tu hija, la quiere como si fuera suya, por más cansado que llegue a casa, siempre tiene tiempo para jugar con ella y todos son muy felices.
_No, no puedo estar muerto. Lo siento, la decisión ya ha sido tomada.
_Pero... eso significa que jamás volveré a abrazar a mi hija, a decirle a mi
esposa cuánto la amo, ni saludar a mi padre? ¡No, no quiero morir! Quiero vivir y envejecer junto a mi esposa y mi hija.
¡No quiero morir todavia!
Pero eso era lo que querías, descansar; ahora ya tienes tu descanso
eterno, duerme para siempre. No, no quiero, por favor... Dios.
¿Qué te pasa amor, tienes una pesadilla? Dijo mi esposa
despertándome.
_No, no fue una pesadilla, fue otra oportunidad para disfrutar de ti, de la niña, de mi familia, de todo y de todos, que somos creación de Dios. ¿Sabes?, estando muerto ya nada puedes hacer. Estando vivo puedes
disfrutarlo todo.