Características del teatro
El teatro, metáfora de la acción
Mientras la novela, el cuento y el poema tienen
en la metáfora de la palabra su principal recurso, la obra dramática puede entenderse
como metáfora de la acción: el actor encarna al personaje. Así, Edipo, Hamlet, Don
Juan o Segismundo hablan y actúan en la persona del actor; él los representa.
Por ello, textos literarios como el cuento y
la novela están escritos más bien para ser leídos en silencio, mientras que el texto
dramático se escribe para que sea pronunciado de viva voz.
Lo anterior no quiere decir que no podamos leer
en voz alta cuentos y novelas y, de paso, sacar provecho de sus recursos sonoros
y musicales, ni que una obra de teatro no pueda ser leída en silencio para estudiar,
por ejemplo, los conflictos que plantea o la estructura en que se basa su composición.
El carácter dramático.
En teatro, llamamos carácter o tipo al personaje
que no es simplemente humano, sino que reúne las características de una clase o
de un grupo humano. Así, por ejemplo, Otelo es el carácter de los celos Celestina,
el de las alcahuetas; Don Juan, e del hombre egocéntrico y narcisista que reafirma
su yo, mediante la seducción de mujeres.
Lectura en voz alta y caracteres dramáticos.
Leer en voz alta, declamar los parlamentos de
una obra dramática, nos ayuda a conocer los caracteres, pues los personajes del
teatro hablan de acuerdo con el tipo huma no que encarnan. No pueden expresarse
de igual manera el rey Basilioy Segismundo en La vida es sueño, de Pedro Calderón
de la Barca, puesto que el primero es quien quiere decidir el destino del segundo, y éste
quien padece las consecuencias de la decisión del rey.
Por eso, el príncipe Segismundo habla en un tono lastimero y se compadece de su propia desdicha.
Por eso, el príncipe Segismundo habla en un tono lastimero y se compadece de su propia desdicha.
Calidad literaria de la obra dramática.
Podemos buscar en la obra teatral, antes que
un espectáculo, un texto compuesto en función de la calidad literaria.
Por ejemplo, las piezas dramáticas escritas
en verso, como las del Siglo de Oro
español (Lope de Vega, Calderón de la Barca, Tirso de Moli na),
contienen las mismas
virtudes literarias de
la poesía: la cadencia, la sonoridad del lenguaje, además de los
otros recursos pro pios
de la lírica: lenguaje metafórico, imá genes y símbolos.
Por lo tanto, leer esas obras en voz alta,
procurando encarnar el carácter del perso naje, no sólo nos ayuda a conocer los caracteres dramáticos, sino también a des cubrir la calidad literaria
e, incluso, a ima ginar variantes
para distintas representa ciones que adecuarían la obra a diferentes claes de
público.
EL TEATRO COMO OBRA LITERARIA