LA RAIZ
METAMORFOSIS DE LAS RAÍCES
Además de sus funciones principales, las raíces pueden desempeñar otras más especializadas, según la especie de planta. Por otra parte, y dependiendo del hábitat, su forma puede ser muy variable. Los sistemas de raíces fibrosas (a) están formados por un gran número de raíces pequeñísimas, mientras que en otros casos existe mayor o menor grado de ramificación (raíz axonomorfa, b; raíz fasciculada, c). La raíz puede servir también de tejido de almacenamiento, permaneciendo durante los períodos desfavorables bajo tierra, haciendo brotar una nueva planta durante el buen tiempo. Ejemplos de ellos son las raíces tuberosas y napiformes (d, g; e, f). En muchas ocasiones se forman raíces laterales o adventicias, que parten de la base del tallo (h), de su punta o ápice (i) o del tallo (j). Un ejemplo de este último caso son las hiedras, que trepan por las paredes más lisas mediante sus raíces aéreas.
RAÍCES «ANFIBIAS»
Cuando la planta se halla asentada sobre suelos móviles, como los cenagosos o cubiertos de aguas, o la parte subterránea de la raíz es comparativamente corta, la raíz propiamente dicha sobresale del suelo. Este es el caso de las raíces columnares (k) o fúlcreas (1), que actúan a modo de «muletas» que ayudan a sostener la planta entera. Un ejemplo de dicho tipo de raíces es el de los mangles, plantas tropicales con las raíces sumergidas en el agua. En ellas las raíces son también respiratorias (m), permitiendo el aireamiento de las partes sumergidas.
LAS PLANTAS PARASITARIAS Y SUS «RAÍCES»
Las plantas parásitas han perdido la capacidad para alimentarse por sí mismas, tienen menos clorofila o carecen de ella, y deben encontrar una manera de «robarles» el alimento a otras plantas. Este medio son los haustorios , unos órganos que les permiten penetrar en el cuerpo de su víctima hasta Sección los órganos de conducción de la longitudinal de savia, para succionarla.